ENTRENAMIENTOS BESTIALES QUE QUEDARÁN EN LA HISTORIA

 
A la mayoría nos intriga el entrenamiento del prójimo. Ya sea para conocer su estado de forma o simplemente por fanatismo al deporte y a sus números, ese afán por saber nos convierte en espías del esfuerzo ajeno. Cada día, en alguna pista del mundo, hay atletas que son recibidos en la línea de meta por el pitido de tres o cuatro cronos, además del suyo.

Husmeemos en algunas sesiones reales de atletas de élite, contadas por ellos mismos o por sus entrenadores en foros públicos.

MOSES MOSOP: tres semanas antes del maratón de Boston de 2011, donde realizó 2h03'06'' (en un circuito que no fue homologado), hizo una tirada de 45 kilómetros en 2 horas y 25 minutos (promedio de 3'13'' por km). En otra ocasión completó 10 series x 1 milla a 4:35 (2'50'' por km) de promedio recuperando 400 metros en 1'20'' o sea, descansa a ritmo de 3'20'' el kilómetro.

SEBASTIAN COE: el director de la World Athletics y doble campeón olímpico de 1.500 metros dejó grandes entrenamientos para la posteridad, un tipo que sabía rematar, y fuerte. Nos centramos en uno del verano de 1984: 20 x 200 en dos bloques, en el primero descansaba entre 25 y 35 segundos; en el segundo, entre 35 y 45. La pausa macro entre bloques fue de 7 minutos. La media de cada repetición de 200 metros fue de 26''7 y el último en 22''5.

HAILE GEBRESELASSIE: en 1998, antes de marcar 26'22''75 en los 10.000 metros de Hengelo, se metió entre pecho y espalda 10 x 1.000 metros a 2'28''7 de promedio. La pausa no superaba los 3 minutos entre cada fracción.

HICHAM EL GUERROUJ: el plusmarquista mundial de los 1.500 metros y la milla, muy conocido por sus entrenamientos bestiales, fue capaz de hacer, también en 1998, un fraccionado de 10 x 400 metros a 53''4 segundos de media recuperando 40 segundos o otro de 10 x 300m en 35 segundos con 3 minutos de pausa. Una locura

SAMUEL WANJIRU: el difunto campeón olímpico de maratón aseguraba que «jamás» hacía largos de más de 38 kilómetros en una sola sesión. En 2008, veinte días antes de ganar los Juegos de Pekín, devoró 30 kilómetros en progresión (empezando a 4'00 el mil hasta bajar a 2'45'') en 1 hora y 34 minutos. Nada excepcional, podrá decir alguien, para un tipo con su talento. Pues las apariencias engañan. Lo hizo a 2.400 metros de altitud.

WILSON KIPKETER: dueño del récord mundial indoor de 800m, año 1997, su temporada por excelencia. El danés tenía 2 x 600 recuperando 5 minutos; a continuación, 12 minutos de recuperación y 1 x 300. Le cronometraron 1'16'' y 1'17'' por cada 600m y 34''9 los 300 metros. Algo imposible de hacer para cualquier mortal

ALBERTO JUANTORENA: el único hombre que ha ganado los 400m (44''26) y los 800 metros (1'43''50) en los mismos Juegos Olímpicos, acumulaba repeticiones de 1.000 metros (4 x 1.000m a 2'35'' recuperando 4 minutos en febrero de 1976) un entrenamiento que cualquier atleta elite mundial podría hacer. Pero lo mas impresionante lo mostraba con su velocidad en las series cortas.

El 15 de agosto de 1976, 10 días antes de asombrar al mundo en los Juegos de Montreal, hizo un soberbio 2 x 3 x 200 metros recuperando 4 minutos entre series y 10 entre bloques, los tiempos: 21''6, 21''9, 22''2, 21''5, 22''5, 21''5. De otro planeta

SAID AOUITA: un atleta muy versátil, pluriplusmarquista mundial de los años 80 se jactaba de no hacer más de 100 kilómetros a la semana y en verano de 1987 realizó: 5 x 200 a 25 segundos con 1 minuto de recuperación + 10 minutos de reposo + 1 x 5.000 en 13'30''. Por si te quedaban dudas de su versatilidad

PAUL TERGAT: cuando el pentacampeón del mundo de cross se pasó al maratón confesó que había adoptado la rutina de correr cada mañana al despertarse 16 kilómetros a 3'05-3'15 ¡con nada en el estómago! Después, al mediodía o por la tarde, realizaba la correspondiente sesión de calidad, cambios de ritmo o lo que tuviera programado.

Una paliza cada día a 2.100 metros de altitud. Por favor, aunque usted sea atleta de élite, no se le ocurra imitarlo.

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